En el debate de los candidatos a las elecciones vascas del 25S , retrasmitido ayer por la ETB2, hubo un momento peculiarmente tenso (eldiario.es, El País). Son los cinco segundos de silencio entre Pili Zabala y Alfonso Alonso, un silencio que habla con elocuencia de un pasado por el que muchos políticos quieren pasar de puntillas, y de la jerarquización de las víctimas.
Pili Zabala, hermana del presunto etarra Joxi Zabala secuestrado, torturado y asesinado por agentes de la trama verde de los GAL, pregunta con firmeza a Alfonso Alonso: «¿Entonces usted no me considera a mí víctima?» Alonso no duda al responder: «sabe que con arreglo a la ley, tal y como está redactada no, del terrorismo no». Ante el gesto de irritación y la mirada de Zabala —que sólo podemos intuir porque la vemos de perfil— Alonso añade balbuceante «pero usted es víctima de, de, sí, claro, de un exceso… de un abuso (balbuceo, silencio)… de una actuación de funcionarios del Estado absolutamente execrable». Después, uno y otro se quedan impertérritos, mirándose fijamente. La imagen está congelada: no hay movimiento, no hay sonido. En esos cinco segundos que transcurren, en ese duelo de miradas, el silencio habla.
Alonso ha negado la condición de víctima del terrorismo a una mujer que ha vivido buena parte de su vida adulta persiguiendo el fantasma de su hermano, desaparecido en 1983 junto a su compañero Joxean Lasa. La familia tardó doce años en averiguar parte de la verdad de lo sucedido a los dos jóvenes: en 1995 se encontraron en Alicante sus cuerpos enterrados en cal viva y con claros signos de haber sido brutalmente torturados y después ejecutados. Entre los 15 y los 27 años Pili Zabala, junto con su familia, sólo pudo imaginar lo que les había pasado, con ese hilo de esperanza que las familias de desaparecidos nunca pierden de volver a ver a sus seres queridos con vida. A partir de 1995 comenzó el siguiente tramo del calvario: hacer real el horror de lo imaginado y comenzar a saber, detalle a detalle, lo que sufrieron los dos militantes a manos de la guardia civil, bajo el mando del general Galindo y con la connivencia del entonces gobernador civil de Guipúzcoa del PSE Julen Elgorriaga. Y después el juicio contra los GAL, durante el cual se destapó que aquí no hubo «excesos» o «abusos» como dice Alonso, sino una trama coordinada y organizada desde los más altos cargos del gobierno socialista y financiada de forma ilegal por el Estado (vrg, guerra sucia/terrorismo de Estado). Tuvieron que soportar los intentos de encubrir a los responsables, la negación de responsabilidad del gobierno y las instituciones, y darse cuenta de que su único apoyo estaba en aquellos cuya violencia Pili Zabala también rechazaba, aquellos que coreaban en las manifestaciones «gora ETA» ondeando la fotografía de su hermano. A esta mujer Alfonso Alonso, con su declaración y con esos cinco segundos de silencio durante los cuales no se retracta, a esta mujer que le mira desafiante, niega la condición de víctima del terrorismo. ¿Por qué? ¿Está hablando Alonso sólo de la ley, «tal y como está redactada»? ¿O es acaso reconocer su condición de víctima del terrorismo una ofensa a «sus» propias víctimas, es decir, las víctimas de ETA que militan a la sombra del PP? ¿Realmente Alfonso Alonso piensa que Pili Zabala no merece el mismo tratamiento que, digamos, Mari Mar Blanco cuyo hermano fue secuestrado y asesinado brutalmente por ETA? ¿Es el hecho de que Joxi Zabala estaba haciendo sus pinitos en ETA motivo para negar la categoría de víctima del terrorismo a su hermana? ¿O será que el PP considera que la actuación de los GAL no fue terrorismo de Estado?
Casi igual de incómoda estuvo Miren Larrión de EH Bildu. Ante la pregunta de «¿Tan difícil es decir que matar estuvo mal?», Larrión responde siguiendo también la línea del partido: «No tenemos ningún problema en decir que rechazamos todas las violencias». Ante la presión de Urkullu («Habiendo como ha habido un respaldo de la violencia hasta el punto de aniquilar al oponente político, ¿tan difícil es rechazar eso y decir que matar estuvo mal?») otra vez silencio. Otro silencio elocuente en la candidata a la que se le llena la boca al hablar de derechos humanos. En una entrevista en los desayunos de TVE, cuando el entrevistador le pregunta si ya en el País Vasco no hay violencia, refiriéndose claramente a la historia de ETA, ella dice que sí, que «hay violencia machista y de todo tipo, hay muchas cuestiones sobre las que hay que avanzar. La violencia en diferentes aspectos». Lo que faltaba: meter en el mismo saco la violencia machista y a sus casi mil asesinados en defensa de su idea de «Euskal Herria».
*Actualización del 27 de enero del 2017: En el pleno del Parlamento Vasco del 26 de enero del 2017, mientras se discutía la Ponencia de Memoria y Convivencia (que el PP acabó votando en contra), Alfonso Alonso hizo estas declaraciones: «Voy a decir esto, quiero decirlo. Pili, tu hermano fue víctima del terrorismo y cuando le mataron mucha gente justificó que le mataran».

Me pregunto si la izquierda abertzale seguirá explotando a partir de ahora la imagen de Joxi Zabala. Esta fotografía es de 2008
Reconociendo que la intervención (totalmete interesada politicamente y utilizada en su propio beneficio) del filoetarra Iñigo Iruin, fue imprescindible para el inicicio de las actuaciones judiciales, hubo diversas intervenciones en este sucio asunto, sin las cuales no se hubiese resuelto nunca:
Primero: El inspector del Cuerpo Nacional de Policia, que descubrió los cadaveres en Alicante y que con un sentido de la responsabilidad y profesionalidad poco común, continuó con las investigaciones.
Segundo.-Enirque Federico.,Comisario General de la Policia Judicial, que decidió apoyar a su subordinado con todas las consecuencias.
Tercero- Margarita Robles, Secretaria de estado de interior, que enfrentandose a su superiror, el infame Juan Antonio Belloch decidio llevar el caso hasta el final, cayera quien cayera.
Cuarto- Juan Mari Jauregui; gobernador Civil de Gipuzkoa en el momento de las investigaciones, quien enfrentandose a Rodriguez Galindo, realizo importantes averiguaciones, fundamentales para el sumario. Posteriormente fue asesinado por ETA.
Quinto- El fiscal Gordillo y el Juez Gomez de Liaño sin los cuales la instrucción y la resolución de la causa hubiera sido imposible.
Sexto- Testimonios de Guardia Civiles que en su día sirvieron e Intxaurrondo, que se atrevieron a declarar contra su anterior jefe.
Septimo- El testimonio del chofer de Elorriaga, Carrillo, creo que se llamaba. Fundamental ya que detallo la conversación entre el Gobernador y Galindo, especificando que habían caido dos peces medianos y su traslado a las dependencias del Gobierno civil en el Palacio de la Cumbre.
Esa idea de que las instituciones se encargaron de ocultar los crimenes es falsa. Si no llega a ser por un simple Policia Nacional, y unos funcionarios comprometidos, la unica participación de Iñigo Iruin en el caso Laza y Zabala, se hubiese limitado a acudir a las concentraciones familiares de los desaparecidos a gritar ETA MATALOS!
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Gracias, Alberto. Y ese pobre inspector de policía que mencionas (Jesús García García) murió de un infarto mientras prestaba declaración en el juicio
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Gracias por el comentario. Es que hay silencios muy elocuentes.
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Me encanta la manera de que has matizado la textura del silencio. Que violencias contiene.
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