No sé qué pasará entre hoy y el día en el que publique esta columna. Falta casi una semana y, a pesar de ser julio, un mes que normalmente es remolón, tenemos sorpresas políticas diarias: Ciudadanos estira hasta límites insospechados su victimismo y Vox su dignidad; Sánchez e Iglesias escenifican un partido de pimpón con la culpa como pelotita que va y viene y deja tuerta a la izquierda. Para cuando se publique esta columna, igual Vox ha cedido y dado su consentimiento a la investidura de Díaz Ayuso para la Comunidad de Madrid. Estaremos, más que seguro, a la espera de una ya anunciada investidura fallida para la presidencia del Gobierno español. Igual para entonces se habrán olvidado de que el martes 9 de julio los “guiños” que el PP-Ciudadanos hace a Vox para conseguir la investidura de Díaz Ayuso han sido titular. Esta noticia me preocupa, tanto por el tratamiento en los medios como porque corresponde a un patrón de actuación en contra de derechos fundamentales de comunidades vulnerables ya reconocible en los debates políticos de nuestro país. Seguir leyendo.
