Ya no somos capaces de imaginarnos mundos utópicos en los que no haya injusticias, donde triunfe el amor, donde no haya pobreza ni degradación medioambiental ni tiranos. Las utopías han demostrado estar demasiado cerca del totalitarismo, la libertad se pierde en el camino que lleva a la construcción del mundo perfecto. Pero la mirada que imagina una sociedad justa expone siempre los males que la rodean. Así ocurre en El país de las mujeres, de la feminista estadounidense Charlotte Perkins Gilman, una novela utópica de 1915 que ha recuperado la editorial Guillermo Escolar Editor. Seguir leyendo